Cuando Marcelo Mery y Marlene Satt comenzaron a trabajar en el mundo de la joyería, no imaginaban el increible resultado que este nuevo emprendimiento tendría y que trascendería en el tiempo. Marcelo, de profesión biólogo y Marlene, historiadora del arte unieron sus talentos y crearon MERY SATT JOYAS.
Un increíble negocio familiar, al que más tarde se unen sus tres hijas Francisca, Macarena y Paulina, aportando una visión joven y creativa a una empresa sólida y respetada que ya lleva más de 35 años de existencia.
“Cuando partimos queríamos hacer algo distinto en Chile, donde no se veían muchos colores y audacia en los diseños y nos atrevimos, apostamos por lo diferente, por las mezclas de materiales, por piezas únicas. Joyas que te pudieras poner en distintas ocasiones, con valores razonables, así podías tener más de un anillo, más de un collar… Hemos viajado mucho a lo largo de estos años sólo con el afán de proporcionar lo mejor a nuestras clientas y amigas” – comenta Marlene.
MERY SATT JOYAS es más que una joyería, es un concepto; las últimas tendencias en diseño, calidad, renovación constante, un conocimiento del gusto y las necesidades de la mujer actual y la atención personalizada de la familia Mery Satt generan un ambiente cálido, inclusivo y acogedor.
El arte, la familia y la tradición unida a la vanguardia son los conceptos claves que representan hoy su marca.
“Nosotros no tendríamos el negocio que tenemos si no fuéramos esta familia porque somos un todo, una gran persona.Nos apoyamos en cada detalle, somos un equipo que además mantiene valores como el respeto, el honor un sello que nos ha inculcado nuestro papá”.