TENDENCIA Y ESTILO
Vivir y sentir el arte es la premisa de Mery Satt. “Una joya de oro o plata, un collar o un anillo es más que un objeto, es una creación artística,”, comenta Francisca Mery Satt, quien estudió marketing, comunicación social y joyería y se divide las responsabilidades de la empresa con sus hermanas Macarena y Pola.
“Una joya comunica lo que uno es, te da identidad. Utiliza materiales nobles, verdaderos. Es hecha a mano y eso tiene un valor. Pero es asequible, alcanzable”.
PERFECCIÓN Y NOBLEZA
“Una joya siempre tiene un significado, con ella quieres comunicar algo importante, es algo que trasciende porque pasa de una generación a otra.Y cuando uno las diseña más responsabilidad siente, hay que fijarse en todos los detalles, es una expresión de arte, hay una delicadeza en la orfebrería única”, agrega una de las tres hijas del matrimonio conformado por Marlene Satt y Marcelo Mery que hace más de 33 años crearon la joyería Mery Satt.
LA JOYERÍA ES ARTE
Todo esto lo heredamos de mi mamá. Ella sabe mucho de piedras, de engastes. Es profesora de arte, hace el bosquejo de los diseños y tiene un método lo que es muy importante.
La joyería es lenta, llena de procesos, no es desechable. No vale la pena que te compres una baratija por pocos pesos si puedes tener algo que va a ser eterno y que además te va a dar un sello”.
“Te puede sentir poderosa, más linda, empoderada. Uno puede leer a una mujer a través de las joyas.Si es más clásica o vanguardista, es una oda a la belleza. No tiene que ver con el dinero, ni con aparentar, tiene relación con el gusto y el diseño. Hasta el collar más caro se puede ver barato, tiene que saber usarse, valorarlo, darle el realce que merece”.