Para mantener la bonita apariencia de sus joyas, deberían ser lo último que se pone cuando se viste y lo primero en quitarse al desvestirse.

INSTRUCCIONES GENERALES

Limpiar suavemente y pulir frecuentemente las joyas con un paño de pulido suave para mantener el brillo. El paño de pulido no elimina los arañazos, por lo que es importante proteger las joyas. Puedes comprar paños de pulido y/o un set de limpieza para joyería en nuestras tiendas. Se recomienda un limpiador de joyas no tóxico y biodegradable para joyas de plata, oro y platino, piedras preciosas, semipreciosas y sintéticas (circones).

GUARDAR las joyas por separado en un joyero o funda resistente a las ralladuras y mantenerlas alejadas de superficies abrasivas.

PROTEGER las perlas cultivadas en agua dulce y la piel de la luz directa del sol o de una iluminación intensa para evitar la decoloración.

MANIPULAR las joyas con delicadeza y cuidado, especialmente las perlas cultivadas en agua dulce, el nácar, los cristales y gemas (con el centro de metal). Ten mucho cuidado de no dejarlos caer al suelo o golpearlos contra superficies duras, ya que esto podría dañar sus delicadas estructuras.

QUITARSE la joya antes de nadar, bañarse y hacer deporte u otro tipo de actividad física.

EVITAR EL CONTACTO con maquillaje, cremas, perfumes y lociones.

EVITAR baños con productos químicos abrasivos, ni exponerlos a temperaturas extremas de calor o frío.

OBTÉN UN SERVICIO ANUAL: Si usa mucho las joyas, es buena idea llevarlas a un orfebre al menos una vez al año para que puedan revisar los cierres, los montajes y los detalles soldados.

Elija las instrucciones de mantenimiento en función del metal y los adornos de tus joyas.